“Para los niños es una fiesta llena de ilusiones y debe ser una de las más antiguas y tradicionales de Paraná”, dijo el vicegobernador antes de recordar que “cuando era chico, venía con mi papá. Todavía me acuerdo del juguete que me regalaron: un autito de plástico”, aseguró el vicegobernador que participó de la noche de cierre de la 54 edición.
Resaltó luego el mérito de todo el barrio del kilómetro 5 y 1/2 y de la comunidad de la Capilla del Perpetuo Socorro, que logran que cada año la fiesta crezca y tenga esta gran convocatoria.
“Lo más lindo de las fiestas populares es poder compartir con la familia, Son eventos muy importantes porque la provincia se va diversificando, aprovecha sus recursos, genera oportunidades de trabajo y se consolida para formar un círculo virtuoso que beneficia a todos”, concluyó.
El encargado de entregar el título de padrino de la fiesta fue uno de los organizadores, Daniel Chapino, quien hizo hincapié en “la actitud del vicegobernador de ayudar a fortalecer y potenciar el crecimiento de esta fiesta llena de fe, amor y esperanza”.
El ingreso de los reyes magos, que reparten golosinas a todos los niños, es uno de los mayores atractivos. El público disfruta también de los sorteos, para los más pequeños hay bicicletas y triciclos, mientras que los adultos se llevan de regalo donaciones de comercios de la ciudad. Cada noche se completa con la presentación de números artísticos. El domingo estuvieron sobre el escenario , Francisco Cuestas que brindó un repertorio de chamarritas y el payaso morisqueta que hizo reír a grandes y chicos, entre otros artistas.
(Prensa Vicegobernación)